Introducción
La buena alimentación es una forma excelente de ayudar a tu cuerpo a mantenerse fuerte y saludable.
Dentro de los objetivos de la Pediatría el mantenimiento
de un estado de salud óptimo y la prevención
de enfermedades no sólo infantiles, sino su repercusión
en la vida adulta son de crucial importancia.
En este sentido, el conocimiento de unas correctas
normas nutricionales por parte del pediatra debe ser
un eslabón principal en la consulta diaria, que además
debe promover estos conocimientos a la familia y a
los educadores, que son a la postre los que ofrecen los
diferentes alimentos a los niños.
Edad escolar
La primera etapa del desarrollo físico, psíquico
y social de la persona es la infancia, y la
alimentación es uno de los factores más
importantes que determina el crecimiento y
desarrollo de las niñas y niños.
Comprende desde los 6 años a 11 años de edad aproximadamente, cuyo evento central es el ingreso a la escuela.
Las necesidades de
los diferentes nutrientes van variando dependiendo del ritmo de crecimiento
individual, del grado de maduración de cada organismo, de la actividad física,
del sexo y también de la capacidad para utilizar los nutrientes que de los
alimentos consumidos durante la infancia.
Es por eso que una alimentación y nutrición correcta durante la edad escolar
permite a la niña y al niño crecer con salud y adquirir una educación alimentario
nutricional deben ser los principales objetivos para familias y docentes, pues la
malnutrición, tanto por déficit (desnutrición) o por exceso (sobrepeso y
obesidad), puede tener resultados indeseados a corto y largo plazo.
Hay que tener en cuenta que en la infancia es cuando se comienzan a formar
los hábitos alimentarios que, correctos o no, se mantendrán durante toda la
vida.
Características de esta etapa
- Tiende a ser más estable.
- El crecimiento lineal es de 5 a 6 cm por año.
- Aumento ponderal medio de 2 kg anual en los primeros años y de 4 a 4,5 kg cerca de la pubertad. Aumento progresivo de la actividad intelectual.
- Mayor gasto calórico por la práctica deportiva aunque es variable, siendo algunos muy activos y otros muy sedentarios (televisión, ordenadores, videojuegos).
- Vigilar los que realizan actividad física intensa como danza o gimnasia de competición, ya que se pueden encontrar en riesgo nutricional.
- Aumento de la ingesta alimenticia.
- Adopción de costumbres importadas de otros países (hamburgueserías, snacks y consumo de refrescos, entre otros).
Requerimientos
- Energía: 1300-1600 kcal
- Proteínas: 0,95 g/kg peso/día (RDIs).
- Calcio: 800-1300 mg/día según la edad (4-8 y 9- 13 años, respectivamente) (RDIs).
- Hierro: 10-8 mg/día según la edad (4-8 y 9-13 años, respectivamente) (RDIs).
- Fósforo: 500-1.250 mg/día según la edad (4-8 y 9-13 años, respectivamente) (RDIs).
- Zinc: 5-8 mg/día según la edad (4-8 y 9-13 años, respectivamente) (RDIs). –
- Si el agua de consumo es inferior a 0,7 mg/litro de flúor se debe administrar según las RDIs 1 mg/día entre 4-8 años de edad y 2 mg/día entre 9-13 años de edad. Contraindicadas las aguas con niveles superiores a 1,5 ppm (1,5 g/litro) de flúor por el riesgo de fluorosis.
- El resto de necesidades de nutrientes y fibra (RDIs) se expresan en las Tablas II y III. Para la prevención del raquitismo la AAP recomienda que la ingesta mínima de Vitamina D sea de 400 UI diarias para todas las edades y a partir del nacimiento; sin embargo las RDI lo estiman en 200 UI.
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